Después de 20 años de colaboración con “Dobirya Center”, la Asociación “EsPerTu, Nens de Txernobil”, quiere dar su más sincero agradecimiento a todas aquellas personas que directa e indirectamente han hecho posible que cientos de niños hayan podido ser acogidos a lo largo de estas dos décadas.
Niños y niñas que no solo han podido mejorar su salud, en muchos casos extremadamente delicada debido a la radiación residual derivada del accidente de Chernovil, sino que también han podido descubrir un mundo diferente que ya desde tan pequeños les ha marcado en muchos casos para seguir estudiando y luchando por cambiar su suerte, la de sus familias y, en consecuencia, la de su país.
Queremos dar las gracias a las familias de acogida por dar a estos pequeños aquello que es imposible comprar con dinero y que por ello lo convierte en tan valioso: su tiempo, dedicación y su estima incondicional.
Gracias también a las familias de estos niños y niñas por confiar en nosotros y por cedernos el bien más preciado que pueden tener unos padres, sus hijos, y aunque con el corazón roto por desprenderse de ellos, lo han hecho con el convencimiento de que era lo mejor.
Muchas gracias, como no podía ser de otro modo, a todo el personal del centro Dobirya por su implicación, especialmente a directora Galyna Babych y a Inna Sheremt, que no han escatimado tiempo ni esfuerzos por conseguir que el proyecto sea una realidad año tras año, salvando día a día todos los inconvenientes y escollos producto de la adversa coyuntura económica y social que les envuelve desde hace muchos años.
Pero, sobre todo, gracias a todos y cada uno de los niños y niñas que a lo largo de estos 20 años nos han dado infinitamente más que todo lo que nosotros hayamos podido darles a ellos; en la convivencia del día a día, estos pequeños han sido en muchos casos y sin ellos saberlo un ejemplo para nosotros y para nuestros hijos, nos han ayudado a ser mejores personas y nos han enseñado el valor de lo que realmente importa.
Las palabras y también las lágrimas de emoción y agradecimiento que brotaron en el acto de celebración por parte de aquellos niños que en su día lo fueron de acogida y que hoy son hombres y mujeres con un futuro mejor y sumamente concienciados del cambió que significó en sus vidas poder salir de su entorno, son el mayor revulsivo para seguir luchando por esta causa que enriquece a todos los que en ella participan.
Sin lugar a dudas auguramos como mínimo 20 años más de colaboración y prometemos seguir trabajando por ello con la misma ilusión y tenacidad que el primer día. Y seguimos buscando más que nunca familias de acogida que nos ayuden a conseguir que nuestro sueño continue siendo una realidad.